martes, 7 de diciembre de 2010

Añoranza

Al estar acostado en el césped en ese parque donde cuando era pequeño pase grandes aventuras creyendo que era un astronauta, vaquero, héroes de películas haciendo memoria algunas personas me decían que quizá era malo ver tantas películas que por que eso me hacia crear una imagen nada agradable de cosas que quisiera y que no podrían pasar.

Volteando al cielo descubro las estrellas que tenia tan olvidadas en mi mente, recordando cuando sinceramente en otras ciudades simple y sencillamente no se puede encontrar ninguna estrella o constelación. Hoy al tener un cielo sin luna alejado del bullicio de la ciudad es para solo dejarte llevar. Puede ser acompañado de una visita a doña esmeralda, para contarle mis penas, para que me escuche y ahí simplemente meditar en que pasa alrededor como se dan las cosas y sobre todo en cuantos pasos toma alejarte de tu entorno.

Volvamos al pasado dejemos el presente y el futuro para los aventurados para los que desean saber que harán, como lo harán y sobre a los que les importa si triunfaran en la vida, donde todo depende de lo que tengas.

Las horas pasan muy lentamente, los recuerdos fugaces de acciones donde nada parecía importar, soñando despiertos al ritmo de alguna canción que sale desde la ventana de algún vecino, no haciendo rueda, sino sentados al final del resbalador, juntos tan juntos que parecemos uno solo visto desde arriba. Recordé que algunos sueños siguen en mí, así como algunas recuerdos que no todo esta perdido en la inmensidad de mis objetivos, recobre el valor para continuar se que he caído varias veces, pero aun así aprendo a nunca darme por vencido. Algunos recuerdos son confundidos con fotografías ajenas a mi, pero siento como si los hubiera vivido yo acomodo gente que nunca en mi vida he conocido, que solo he visto por la tele o en alguna obra de teatro. Hoy decido solo dejar unos recuerdos en mi mente y otros simplemente alejarlos de mí ser.

Se que cuando vuelva nada será igual a hoy, habrá cambiado mucho, habrá dejado de ser el lugar tranquilo, el lugar al que corría en mi niñez.